La práctica realizada en la bodega del Señorío de Otazu me ha resultado muy interesante ya que que se trataba de fotografiar un ambiente exterior, con luz natural y otro interior, muy oscuro, sólo iluminado por luz artificial.
En ambos las líneas tenían una gran fuerza, en las exteriores las generaban los emparrados y en las interiores la disposición de las cubas y el ritmo de las bóvedas.
También comentar que había visto fotos del espacio interior de la bodega y me tenía la impresión de que se trataba de un gran espacio, pero una vez alli, aquello es mucho más pequeño.
Es un efecto que he podido observar en varias ocasiones y que no sé muy bien a qué se debe.
La práctica realizada en la bodega del Señorío de Otazu me ha resultado muy interesante ya que que se trataba de fotografiar un ambiente exterior, con luz natural y otro interior, muy oscuro, sólo iluminado por luz artificial.
ResponderEliminarEn ambos las líneas tenían una gran fuerza, en las exteriores las generaban los emparrados y en las interiores la disposición de las cubas y el ritmo de las bóvedas.
También comentar que había visto fotos del espacio interior de la bodega y me tenía la impresión de que se trataba de un gran espacio, pero una vez alli, aquello es mucho más pequeño.
Es un efecto que he podido observar en varias ocasiones y que no sé muy bien a qué se debe.