La ciudad está compuesta de volúmenes, de llenos, que generan espacios, vacíos, para las personas. Estos volúmenes se muestran de diferente manera al exterior.
Es interesante reflexionar acerca de la capacidad que tienen algunos cuerpos cerrados de representar la realidad volviéndose prácticamente invisibles, convirtiéndose en espejos del mundo. Esta facultad consiste en formar parte activa de la vida urbana, aportando el valor del silencio, de la presencia inmaterial.
La transparencia permite establecer una relación con el entorno, hace que desaparezca el límite entre el exterior y el interior, generando una continuidad entre dentro y fuera.